sábado, 6 de abril de 2013

La Capilla del Lignum Crucis de Cáceres


En el actual Palacio de los Duques de Abrantes de Cáceres, existe una capilla denominada la capilla del Lignum Crucis, en ella se adoraba hace muchos siglos atrás el fragmento más grande de la cruz de Cristo. Pero, ¿de dónde vino?
 
Palacio de los Duques de Abrantes, Cáceres.
      
          Nos tenemos que remontar  al siglo XV, en el año 1.456 d.C., nace en  Plasencia (Cáceres) un niño a quienes sus padres bautizan de nombre Bernardino López de Carvajal. A los 11 años, Bernardino comienza a cursar los estudios de Teología, llegando a ser Maestro en Sagrada Teología en la Universidad de Salamanca en 1480, un año más tarde a la edad de veintiséis años es nombrado rector de la Universidad. A lo largo de su vida eclesiástica, llegó a ser Camarero  y hombre de confianza del Papa español Alejandro VI (cuyo nombre de nacimiento era Rodrigo de Borja), Obispo de Astorga, de Badajoz, Sigüenza, Ostia, Cartagena y Plasencia (Cáceres); 1493 es nombrado Cardenal del Título de la Santa Cruz de Jerusalén; fue embajador de los Reyes Católicos en Roma, y del Papa en Lombardía; Nuncio en España; y también estuvo a punto de ser papa en dos ocasiones y antipapa una, en el Conciliábulo de Pisa en 1511, que le valió su excomunión por parte de Julio II, aunque le fue levantada por el papa León X.

            Además de su agitada vida eclesiástica y diplomática, ejerció como agente doble al servicio de Castilla y de la Santa Sede. Debido a sus continuos conflictos con los Medici y los Orsini, en su palacio de Roma llegó a tener a su servicio a más de trescientos soldados españoles. 
 
Retrato del Cardenal Bernardino de Cravajal (F.I.)

Pero es cuando es elegido Cardenal del Título de la Santa Cruz de Jerusalén, donde comienza nuestra historia. Bernardino de Carvajal  realiza una reforma en la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén de Roma, que fue fundada por Santa Elena aprovechando los restos del palacio de Séptimo Severo. Y es durante la realización de estas obras cuando redescubre una reliquia que desde tiempos inmemorables se custodiaba en esta basílica, pero que estaba casi olvidada, un trozo del  Lignum Crucis, o sea un trozo del madero en donde supuestamente los romanos crucificaron a Jesús.

            Existía por aquel entonces en toda Europa, un auge por levantar altares a mártires santos y establecer culto a reliquias de todo tipo que generaban al lugar que las albergaba y a sus zonas colindantes grandes beneficios económicos. Por ello, aprovechando su posición el cardenal Bernardino envió a Isabel la Católica  numerosas reliquias de diferentes templos romanos entre ella, la que sustrajo de manera ilícita de la basílica de la Santa Cruz, y que fue utilizada como propaganda de los Reyes Católicos en su santa Cruzada contra el Islam.

Basílica de la Santa Cruz, Roma (Foto B. Moguntiner)
  
         Una vez terminada la conquista de Granada extrajo un fragmento de la Santa Cruz que regaló a su sobrino el Arcediano de Plasencia Francisco de Carvajal y Sande que la trajo a Cáceres. 

Enterado de ello el Santo Padre le puso como penitencia al cardenal Bernardino la obligación de fundar en la Villa de Cáceres y sus alrededores siete ermitas o capillas cuya edificación y culto debía costear. Y así lo hizo, siendo una de ellas la que mandó construir en el siglo XVI en el jardín del palacio donde residía su sobrino Francisco de Carvajal, y donde se guardaría y honraría la reliquia sustraída del Lignum Crucis, que según decían era la más grande de toda la cristiandad, medía medio palmo de alto, tres dedos de ancho y dos de grueso.

La reliquia era venerada por miles de peregrinos llegados de todo el mundo cristiano, donde una vez ya aquí guardaban largas colas para entrar y adorar la reliquia en la pequeña capilla. Además desde el siglo XVII, se añadió otro Lignum Crucis, el que el Gran Maestre de Malta regaló por sus hazañas a Álvaro de Sande, I Marqués de la Piovera, cuando al mando de las tropas de Felipe II, derrotó a los turcos en el desembarco de Malta.

Interior le la capilla del Lignum Crucis, Cáceres. (F.I.)
       
     La reliquia fue agregada por testamento al mayorazgo de la familia por Juan de Carvajal en 1704, para que así permaneciera siempre en la capilla de su casa y por lo tanto en la Villa de Cáceres y así sucedió durante siglos hasta que a principios del siglo XX el Marqués de Valdefuentes comunicó al ayuntamiento que todos los objetos del palacio, incluidas ropas, bancos, lámparas, libros y demás enseres incluido el Lignum Crucis se los había llevado a Madrid la Marquesa de Portago, perdiéndose su rastro para siempre, solamente se conserva un relicario autentificado con una pequeña astilla de la reliquia, que se expone una vez al año en una misa a un pequeño reducido de personalidades.

            El Cardenal Bernardino de Carvajal murió el 16 de diciembre de 1.523 y se encuentra enterrado en la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén en Roma.

            En la actualidad el Palacio de los Duques de Abrantes es una residencia universitaria femenina perteneciente a las religiosas Hijas de Cristo Rey.


            Más leyendas son así te las he contado, gracias y hasta la próxima.


            Escrito por: Jesús Sierra Bolaños
 

Bibliografía Consultada: 

                        -“Noticias históricas de Cáceres”. Benito Simón 
                           Boxoyo.
-“Ayuntamiento y familias cacerense”. Publio 
    Hurtado
                        -“Guía de Cáceres y su provincia”. Miguel A. Ortí 
                          Belmonte

3 comentarios:

  1. Siempre me somprendes que grande eres amigo

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  2. Jesus, una más y cada dia mejor,enhorabuena,jono teníamos ni idea de lo importante y grande que llegaron a ser Caceres y sus ilustres.Un beso y hasta la próxima.

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  3. Vaya labor de investigación que haces cada semana! Enhorabuena!

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