domingo, 20 de octubre de 2013

El origen del nombre de Extremadura.


Mapa antiguo de Extremadura (F.I.) 

            El nombre de Extremadura hace su aparición alrededor del siglo XI y en su definición no hacia referencia a una sola comarca o región, como en la actualidad, si no que la palabra Extrema ó Extremo, junto al sufijo latino -dura ó –tura, agrupaba a un gran territorio; donde el término Extremo sería sinónimo de confín, por lo tanto las Extremaduras serían los confines del reino por su parte meridional, la frontera que dividía los reinos cristianos de los musulmanes. Estos territorios fronterizos iban variando según avanzaba la reconquista y se fueron repoblando.

Hubo entonces al menos cuatro Extremaduras, tantas como reinos peninsulares, la Extremadura de Aragón, la de Castilla, la de León y la de Portugal. Estas tres últimas abarcaban hasta la ladera Norte del Sistema Central.
La Extremadura castellana llegaba a los Altos de Barahona, las sierras de Guadarrama y Gredos y tenía influencia sobre la sierra de Béjar, comprendía parte de las actuales provincias de Soria, Guadalajara, Segovia y Ávila, su capital.
Como reminiscencia de aquella antigua Extremadura, podemos ver hoy en el escudo de Soria, la leyenda en la que leemos: "Soria pura, cabeza de Extremadura".
Escudo de Soria (F.I.)

La Extremadura leonesa también ejercía influencia sobre la sierra de Béjar y parte de ella eran las laderas Norte de las sierras de Francia y Gata. Su capital inicial fue Salamanca.
 
Por último la Extremadura portuguesa, que se hallaba en torno a la sierra de la Estrella.
Aunque hay que decir que las delimitaciones de estos territorios nunca estuvieron muy claras y definidas, más cuando la reconquista fue avanzando a la transierra; nombre dado al terreno de expansión al sur de estos reinos bajo el dominio árabe; por cual también lo hizo esta frontera, ampliándose así estas Extremaduras, como he comentado anteriormente.
No será hasta los reinados de Alfonso IX de León y su hijo Fernando III de Castilla, con la adquisición de los nuevos territorios ganados a los árabes, cuando el termino Extremadura haga ya referencia explícita a los actuales territorios de Cáceres y Badajoz, con algunos ajustes aun geográficos (por ejemplo Bejar que perteneció a Extremadura hasta 1.833, que con la división provincial de Javier de Burgos pasó a la provincia de Salamanca). Y es a partir del siglo XIII cuando la Extremadura leonesa (antecedente máximo de la actual Extremadura) desapareció de los documentos oficiales, cuando en 1273 Alfonso X estructuró la Mesta dando así carácter oficial a la práctica ya secular de la trashumancia del ganado ovino desde la Subemeseta Sur a la Submeseta Norte y al revés, y para entenderse a ese territorio innominado se le acabó llamando Extremadura.
Y habría que esperar a las Cortes de Alcalá del año 1.345, en las que se ponían en boca del rey Alfonso XI las siguientes palabras:
 
A los que nos pidieron merced, que por cuanto mandáramos poner alfolíes de sal en Jerez y en Trujillo y en Plasencia y en Béjar y en Coria y en Cáceres y en otros lugares de la Extremadura y en Alcaraz y en Villarreal y en fronteras de Portugal”.

En conclusión, la palabra Extremadura haría referencia en sus orígenes a la frontera o extremo sur del reino, y habiendo en un principio varias Extremaduras, la única que subsistió bajo ese nombre al paso del tiempo fue la actual Extremadura.  
Bandera oficial de Extremadura (F.I.)

Con respecto a la bandera de Extremadura, su origen es mucho más actual, como el del escudo que más adelante citaré. La primera aparición de la bandera en los años 70, y su autoría se la atribuyen a varias personas entre ellas al profesor Antonio Galache Cortés o al abogado Martin Rodríguez Contreras, siendo este ultimo el más reivindicado para su autoría.
En cuanto a su interpretación de los colores es también muy variada, Martin Rodríguez Contreras dice:
"Los colores se habían inspirado en los tradicionales de la cacereña capital (verde y blanco) y en los genuinamente clásicos de Badajoz (negro y blanco), que en feliz conjunción, y sirviendo el blanco como nexo de unidad fraternal, suponen como resultado la Tricolor, situándose por razón geográfica arriba el verde y el negro debajo...”
Otra interpretación cuentan que:
"El color verde era el color emblemático de la Orden de Alcántara, cuyos territorios y encomiendas se extendieron por gran parte de las provincias de Badajoz y Cáceres. El color blanco era utilizado en el pendón real de los monarcas leoneses y castellanos que reconquistaron la región, incorporándola a Castilla. Y el color negro se tomó del estandarte de los reyes Aftásidas de Badajoz, que crearon un gran reino musulmán sobre la mayor parte de Extremadura, en el siglo XI, y aportaron un esplendor literario y cultural como nunca antes fue conocido".
Y la versión más mundana dice que los colores los había sacado de la indumentaria que vestían los equipos de fútbol del C. P. Cacereño y del Club Deportivo Badajoz.
Sea como fuere, en año 1,983 fue incluida como símbolo de la identidad regional en el articulado del Estatuto de Autonomía de la comunidad.
Escudo heráldico oficial de Extremadura (F.I.)
 
Con respecto al escudo de Extremadura  que es descrito en el título I de la Ley 4/1985, de 3 de junio, se inicio para su realización una campaña en la cual se pedía la colaboración de todos los extremeños. Con la ayuda de los 300 modelos recibidos y la aportación final de la Real Academia de Extremadura se creó el escudo actual de Extremadura. Sin embargo, esta descripción oficial ha sido objeto de numerosas críticas por parte de académicos heraldista, pues tanto su diseño como su blasonamiento y sus fundamentos históricos y heráldicos, son incorrecto como detalla Pedro Cordero Alvarado en su “Estudio crítico del escudo de Extremadura” y como podemos observar en las imágenes de ambos escudos.

Escudo heráldico de Extremadura, según el blasonado corregido.
 
 
Gracias y hasta la próxima. 

Escrito por: Jesús Sierra Bolaños

Fuentes Consultadas:
- “Estudios de historia de Cáceres”. Antonio C. Floriano.
- “Extremadura no es Extremadurii.” Carlos Callejo
   Serrano
- “Cartas pueblas, fueros municipales y cartas de exención
   en la Extremadura medieval.” Domingo Domené
-“La identidad extremeña. Reflexiones desde la
  antropología social.” Javier Marcos Arévalo.
            - “Estudio crítico del escudo de Extremadura”. Pedro
              Cordero Alvarado

sábado, 5 de octubre de 2013

El incidente entre el Concejo, el pueblo y el Convento de Santo Domingo.

 
Convento de Santo Domingo, Cáceres.
          
            En el año 1.528 se establecen en la Villa de Cáceres la Orden Mendicantes de los Dominicos, contraviniendo nuevamente el fuero latino de Cáceres, como ocurrió con la fundación del Convento de San Francisco.

Su establecimiento se permitió por ser considerado un bien beneficioso para la población o porque según creían aquella legislación vigente medieval había quedado ya obsoleta.
Su fundación fue a instancia de doña Catalina de Saavedra en 1.524, y la Bula de Su Santidad y Cédula de S.M., pero con la firmen oposición de la Orden Franciscana asentada en la Villa, los cuales aludían a dicho Fuero para su negativa, cuando ellos lo habían ignorado un siglo anterior.
Para edificar su monasterio los Dominicos además del terreno cedido por doña Catalina, adquirieron al Concejo un edificio fuera de las murallas donde antiguamente estuvieron ubicadas las cárceles de la Villa, el cual se hallaba en un estado bastante ruinoso.

Iglesia de Santo Domingo, Cáceres
 
También ayudó con la construcción de la capilla mayor doña Beatriz de la Cerda, una mujer envuelta en un halo de misterio e intriga que otro día contaré.
En el interior del Convento se veneraba a la Virgen del Rosario, antigua patrona de Cáceres (actualmente es la Virgen de la Montaña) con cofradía desde el año 1.525.
Construyeron además los Dominicos una hospedería para alojar y dar de comer aquellos que lo necesitaban. La hospedería estaba situada en un edificio próximo al convento, en la calle Sancti Spiritus, para lo cual los dominicos tenían que salir del convento, por la  entrada principal que estaba donde hoy se haya la calle Andrada, atravesar el Rio Verde Alto o el Rio Verde Bajo que discurría por donde hoy da nombre a la vía, calle de Ríos Verdes, hasta llegar a la hospedería. Para solventar las molestias que causaba cruzar todos los días el cauce del rio, sobre todo en las épocas de lluvia cuando este iba crecido, los monjes Dominicos decidieron levantar en el año 1.597, un puente elevado que uniera el convento con la hospedería y para ello levantaron un muro apropiándose del espacio público, lo que provocó la indignación del pueblo y del Concejo.
Años antes el Concejo tuvo que salir al socorro del convento para que pudiera seguir ejerciendo su labor humanitaria, otorgándole en el año 1.536 la cantidad de 1.000 maravedíes en concepto de limosna, ahora esta disputa terminaría con la intervención del Consejo Real.
Detalle de escudo del Convento de Santo Domingo.
 
Las obras del muro comenzaron con el favor y beneplácito del Corregidor, pero aquella vía al ser pública necesitaba una licencia expedida por el Consejo Real, de la cual carecían.
Los vecinos colindantes al Convento, que solían acceder a sus casas por la puertas traseras, así como los transeúntes que utilizaban habitualmente esa calle, se opusieron al cerramiento de la misma, y por ello dirigieron sus protestas al Concejo, teniendo que intervenir el Procurador del Común, que dispuso que aquella actuación del corregidor y del Convento perjudicaba a la Villa de Cáceres por cual presentó el caso a la Justicia. Deliberado el caso, la Justicia dio la razón al Procurador, y esta sabida la noticia se personó con las autoridades de la Villa para paralizar las obras.
Cuando llegaron vieron como los mismos frailes ayudados por algunos aldeanos estaban levantando el muro y les instaron a que pararan las labores, pero los frailes hicieron caso omiso. Aparecieron entonces los agentes de la justicia, que con la ayuda de las autoridades y a instancia del Alcalde Mayor, comenzaron a retirar y derribar las piedras del muro. El ambiente se fue enturbiando, los monjes comenzaron a increpar estas acciones, a lo que respondieron los agentes blandiendo sus espadas, comenzó entonces una lucha desigual, por un lado los frailes lanzando piedras y palos en manos y por otro los agentes de justicia y las autoridades con sus armas en ristres.
Aquella batalla campal y algarabía que se montó escandalizó tanto a la Villa y sus alrededores, que ante la gravedad de los hechos se tuvo que recurrir al Consejo Real.
Para reconciliar a los vecinos y a los frailes, y volver la normalidad a la Villa, el Procurador del Común propuso al Consejo la construcción de un puente cubierto para solucionar el problema, al cual accedieron pasados un tiempo.

Puente de la discordia.
 
Tras la desamortización de Mendizábal el convento fue aduana, oficina de rentas y escuela, hasta que en el año 1.915, los padres franciscanos se hicieron cargo de él, hasta nuestros tiempos. La Hospedería de Santo Domingo corrió distinta suerte, siendo en la actualidad una casa privada.
Como legado de aquella disputa nos queda hoy en día el puente de la discordia, impertérrito al paso de los años pero despojado de la función para lo que fue construido.

Gracias y hasta la próxima.


Escrito por: Jesús Sierra Bolaños

Fuentes:
- “Noticias históricas de Cáceres.” Simón Benito Boxoyo.
- “Cáceres resumen de historia local.” Antonio Rubio.
- “Paseo por la eternidad.” Francisco Acedo.