domingo, 9 de agosto de 2015

La leyenda del vuelo del Dédalo de Plasencia

La caída de Ícaro porJacob Peter Gowy (F.I.)

A finales del siglo XII y principios del XIII, comienza a construirse la catedral de Plasencia (Cáceres) bajo la advocación de Santa María. Varias siglos después, para adecuarla a la época, comienza una reforma de la llamada en la actualidad catedral Vieja, y para realizar la sillería del coro el cabildo de Plasencia decide en el año 1497 contratar los servicios del maestro tallista Rodrigo Alemán.

Rodrigo Duque, más conocido por Rodrigo Alemán, es considerado el mejor tallista del siglo XV, por su ejecución y lo narrativo de sus escenas. Dedicó su actividad artística sobre todo a la realización de las sillerías de las catedrales de Toledo, Ciudad Rodrigo, Plasencia y se cree que también que la de Zamora, pero aún hay dudas.

Portada de la catedral Vieja de Plasencia (F. Jesús Castillo)

Pero la vida y obra de este maestro entallador, está llena de misterios y lagunas, empezando por su lugar y fecha de nacimiento. Unos creen que nació en Sigüenza (Guadalajara) en el año 1470, por una partida de nacimiento hallada en su catedral con el nombre de Rodrigo Duque, pero otros afirman que sus orígenes familiares eran centroeuropeos de Brabante, de ahí su sobrenombre, Alemán.

Sea de donde fuere, lo que si se muestra en sus obras es unas reminiscencias flamencas del maestro del Hausbuch e Israel Van Meckenem.

La primera gran obra que ejecutó el maestro Rodrigo Alemán fue la sillería baja de la Catedral de Toledo entre los años 1489 y 1495. En sus relieves dorsales narra la historia de las campañas de Granada por los Reyes Católicos, y en sus misericordias (parte posterior del asiento abatible) representa escenas profanas, literarias, satíricas o moralizantes. 
 
Sillería de la catedral de Plasencia (F.I.)

Dos años más tarde Rodrigo, ya se encontraba en Plasencia realizando la sillería en manera de nogal de la catedral, compuesta por 26 sitiales en el coro bajo, y 41 sitiales en el coro alto, destacando en este coro tres sillas de mayores dimensiones y distinta ejecución, en el centro la destinada al obispo y los laterales las reservadas a los Reyes Católicos.

A partir del año 1498, Rodrigo alternó los trabajos en la catedral de Plasencia con la ejecución de la también sillería de Ciudad Rodrigo.

Pero fue en la ciudad de Plasencia donde el maestro Rodrigo Alemán fue encarcelado protagonizando nuestra leyenda. Del porqué de su arresto, hallamos dos versiones.

Misericordia y pomos por Rodrigo Alemán (F. Museo Nacional)

Una nos describe a un maestro Rodrigo Alemán bohemio y derrochador con su hacienda y dineros, gastando siempre más de lo que podía e ingresaba, o sea, viviendo por encima de sus posibilidades (os suena un poco ¡Verdad!). Pedía dinero a prestamista y allegados, poniendo como aval los encargos a realizar, gastándose así el jornal antes de acabar la obra, y una vez que lo recibía se lo volvía a gastar. Por ello sus acreedores hartos de no cobrar sus deudas lo denunciaron ante la justicia, y fueron tantos, que ésta se vio obligada a intervenir mandándolo prender. Rodrigo, para escapar de las autoridades civiles, se acoge a sagrado en la catedral de Plasencia, petición que aceptó la iglesia para proteger sus intereses, pues aun debía terminar la sillería, tardó ocho años en realizarla, recluyéndole en la torre de las campanas de la catedral, de la que salía únicamente para trabajar en su obra.

Silla realizada para Plasencia por Rodrigo Alemán

La otra versión de su confinamiento, incide en un posible origen judío converso del maestro Rodrigo, que se reflejaría en la crítica siempre presente en sus obras a la situación de la iglesia. Así, mientras que en los respaldos de la sillería de Plasencia representa retratos de santos y a los Reyes Católicos, en los brazos de las sillas o en lugares tan relevante como en las misericordias nos encontramos con escenas indecentes, impúdicas y anticlericales como clérigos pecando en lujuria, gula o codicia, como la escena que describe a un franciscano predicando la pobreza mientras oculta los bienes materiales que atesora.

Fue en estas escenas satíricas o de censura, donde la Inquisición vio motivos de encarcelamiento, motivos que se vieron agraviados cuando ante una multitud, Rodrigo enaltecido por su ego artístico llegó afirmar que aquella sillería de Plasencia “era tan perfecta, que Dios no podía ni sabría hacerla mejor…” Blasfemia que no podía quedar sin castigo a ojos de la Santa Inquisición fiel cuidadora de la fe cristiana, que mandó apresarlo de inmediato. Pero he aquí que el cabildo de la iglesia de Plasencia intervino en su ayuda (aquí coinciden las versiones), mas por interés que por humanidad; pues aún quedaba parte de la sillería por ejecutar; y librándole de una probable muerte en la hoguera, recibe solamente como castigo su reclusión en una de las torres de la fortaleza.

Detalle de misericordia de Plasencia por Rodrigo Alemán (F.I.)

 Al año de su encerramiento, voluntario o no en la torre, harto de aquella vida mundana y dirigida que se veía obligado a llevar, muy lejos del derroche y la opulencia acostumbrada, idea una forma de salir de su confinamiento e huir.

Rodrigo, hombre ingenioso y humanista versado en distintas ciencias y artes; también realizó el llamado Puente Nuevo de Plasencia en época de los Reyes Católicos; todos los días al amanecer observaba desde su torre como las cigüeñas, aprovechado los vientos del valle, abandonaban sus nidos surcando el cielo rumbo hacia las dehesas en busca de su alimento. Y concibió un plan de fuga, saldría de allí cual Dédalo e Ícaro.

Catedral de Plasencia.Torre de campana, (F. José M. Izquierdo)

Para llevar a cabo su plan, solicitó que todas sus comidas fueran siempre a base de aves de todo tipo: gallinas, pollos, perdices, pavos, codornices…Y que se las sirvieran enteras, con plumas y todo, que el mismo se encargaría de desplumarlas y sacarles las vísceras. Aun extrañados, los clérigos aceptaron su petición.

Cuando se las traían, Rodrigo procedía a estudiar y pesar cada ave, tomando nota de sus características y peso, después las desplumaba y volvía a pesar por separado el ave, y las plumas, anotando también los resultados. Rodrigo tenía experiencia en estos lances, pues estando en Toledo en el año 1496, se le hizo un encargo para la procesión del Corpus Christi de “ocho pares de alas (de) ángeles grandes e les puso setenta y tres plumas…” Al cabo de un tiempo pesando cada ave y cada especie, llegó a la conclusión que “para mantener dos libras de carne eran necesarias cuatro onzas de plumas…”

Comenzó entonces a acumular plumas y a llevar una estricta dieta para perder peso, su plan estaba en marcha. Pronto seria libre.

Paso tiempo hasta que consiguió reunir las plumas necesarias para mantener su peso en el aire, pero ese día llegó. Y al amanecer del día siguiente “se pegó todas las plumas con cierto engrudo a los pies, cabeza, brazos, y a todas las demás partes del cuerpo, dejando hechas dos grandes alas para llevarlas en las manos cual remos…”

Vista de la catedral de Plasencia (F. Paul Haag)

Hecho esto, se arrojó emplumado desde lo más alto de su torre aprovechando el viento de la mañana. Quienes vieron volar aquel “tal avechucho” por la ciudad de Plasencia, corrieron asustados por las calles creyendo ver al demonio anunciador del fin del mundo, otros sin embargo, los más beatos, pusieron rodilla en tierra y comenzaron a rezar al creer ver un ángel antes sus cabezas.

Pero quiso Dios que aquella soberbia de Rodrigo de equipararse con él no quedara sin castigo, y tras recorrer un cuarto de legua, el Dédalo de Plasencia, Rodrigo Alemán, cansado y exhausto por el esfuerzo del vuelo, se precipitó cayendo sobre la Dehesa de los Caballos muriendo despedazo, corría el año 1515 de nuestra era.

Más leyendas son, y así te las he contado. Gracias y hasta la próxima.


Escrito por: Jesús Sierra Bolaños

Fuentes Consultadas:
-“Viage de España, en que se da noticia de las cosas más apreciables y dignas de saberse que hay en ellas.” A. Ponz
-“Las sillerías góticas españolas” Dorothy y Henry Kraus
-“El entallador Rodrigo Alemán: su origen y su taller.” Dorothee Heim.
-“Las sillerías de coro del maestro Rodrigo Alemán.” Héctor Luis Arenas.
-“Museo nacional de escultura”. Manuel Arias Martínez y Luis Luna Moreno.
-“Las Catedrales de Plasencia (y tallistas del coro).” M. López Sánchez-Mora.
-“Leyendas extremeñas.” José Sendín Blázquez

-“El señor inquisidor” Julio Caro Baroja.