sábado, 17 de septiembre de 2016

Monumentos desaparecidos: El convento de Santa María de Jesús de Cáceres

         En la plaza de Santa María, en el solar donde hoy está ubicado el edificio de la Diputación Provincial de Cáceres, existió antaño el convento de monjas jerónimas de Santa María de Jesús.

Palacio de la Diputación de Cáceres. 

         Fundado posiblemente a finales del siglo XIV, pues no se conservan sus actas fundacionales, fue en sus principios un pequeño beaterio con una iglesia que apenas medía tres metros de anchura, y estaba separado de la Iglesia de Santa María por el llamado callejón de Jesús y del Palacio de los Golfines por la calle del Rey.

         En el año 1434 el pequeño beaterio se amplia, al heredar la comunidad de doña Beatriz García unas casas situadas a espaldas de la iglesia de Santa María, junto al cementerio parroquial, además de otras casas en la villa, caudales, tierras y viñas.

“…en todos mis bienes muebles y rayces a (ilegible) Alfon madre de las ermanas y a todas las otras ermanas espirituales…en la collación de santa maría que alindan a las espaldas de las dichas casas al cementerio de la dicha iglesia,,,”

Plano de Cäceres de1845 donde se observa aun la iglesia y el convento. 

Años más tarde, en el 1479, las monjas se incorporan a la orden de San Jerónimo, orden española que contaba con el patrocinio real de los Reyes Católicos, y por ende con el apoyo de la nobleza.

Reciben la regla de la orden de fray Juan de Ortega Maluenda, obispo de Coria (1479-1485), padre general de orden de los Jerónimos, y allegado a los Reyes Católicos. sirviendo las religiosas bajo la advocación de Santa María de Jesús.

Una segunda ampliación del convento, se llevará a cabo en el año 1493, y para ello Alonso Holguín o Golfín, regidor de la villa en aquella época, llega a un acuerdo con la orden por la cual se compromete aportar los dineros necesarios para la realización de la nueva iglesia, que sustituirá la pequeña capilla que se encontraba en el interior del cenobio. Poniendo como condición que la casa de los Golfines ejerciera el patronato de la capilla, y también la facultad de poder ubicar sus enterramientos en la capilla mayor.

Mapa de Cáceres de F._Coello 1853 (vean la iglesia y el convento)  

Para la construcción del nuevo templo, se van anexionar la llamada calle Real o del Rey, ofreciendo las monjas en compensación al Concejo una casa propiedad de la orden, sita junto a la de los Golfines, para su derribo como ensanchamiento de la calle. El templo según relata Boxoyo contaba: “…con cuatro altares; su capilla mayor edificó a sus expensas don Alonso Golfín…” 

Fue bendecido por el obispo de Fez D. Francisco de León en el año 1498.

         Las obras de la iglesia terminan alrededor del año 1504, colocando en ella los Golfines sus panteones blasonados con sus armas, un retablo igualmente timbrado y en la fachada exterior de la capilla mandan esculpir la leyenda: “Aqví esperan los Golfines el día del juizio”

Palacio de la Diputación de Cáceres 1924 (F.I.)

         Alfonso Golfín va unir el patronato de la iglesia a su mayorazgo recién fundado con facultad de los Reyes Católicos. Mayorazgo que el 22 de febrero de 1507 hereda su hijo Sancho Paredes Golfín, Camarero Mayor de Isabel “la católica”, que casó con Isabel Coello, dama de la reina; tuvieron 19 hijos, once varones y ocho hembras de las cuales tres profesaron como monjas en el convento de Santa María de Jesús.

Durante todo el siglo XVI, el convento va ir aumentando mediante las donaciones de casa de feligreses, entre ellas destaca la donación de la muy noble familia de los Ulloa: “…hallaron convenia incorporar unas casas de Lorenzo de Ulloa Solís en la calle que Sta. María y casa de Diego de Carvajal a la Puerta del Rio…”

En sus capillas además de los enterramientos del linaje de Golfines, se fueron añadieron otras familias como los Tapias, Sánchez, Ximeno, Blasco o Agüero.

Palacio de la Diputación de Cáceres 1939 (F.I.)

A finales del XVI, las monjas Jerónimas cacereñas tuvieron un arduo enfrentamiento con el obispo de Coria, Pedro de Galarza que quería que pasaran a clausura como dictaban los canones tridentinos, siete años duró dichos enfrentamientos.

Llegó a gozar el convento de un gran prestigio entre la nobleza cacereña, que le reportaba numerosos privilegios, exenciones y tributos. Y pese a los votos de pobreza, castidad, y obediencia propios que la orden profesaba, acumularon grandes riquezas de rentas, inmuebles y títulos. El 27 de julio del año 1662, fray Francisco de Gamboa, obispo de Coria (1660-1662), les concede la licencia para que el convento tome posesión del mayorazgo en cabeza de Dña. Leonor de Carvajal y la Cerda.

Diputación de Cáceres 1975 (F.I.)

         En el año 1743 se produce una nueva disputa, ahora entre las monjas Jerónimas y don García Golfín y Carvajal que acabaría en pleito. El motivo, las monjas acuerdan sustituir el retablo donado por Alonso Golfín en el siglo XV y sustituir sus escudos, por otro que costearía la familia de una de las monjas que profesaban en el convento, y que sería ejecutado por el maestro Bartolomé Xerez, vecino de Trujillo, que había tenido una pequeña participación en 1733 en el retablo del Tránsito de la Virgen de la catedral de Plasencia y en el retablo de la iglesia parroquial de Brozas en el año 1740, según el profesor Salvador Andrés Ordax.

Don García Golfín se opone como patrono de la iglesia, y aunque en las portadas, claves y sepulcros aparecen los blasones de los Golfín, y estar allí sepultados lo más granado de la familia, las monjas no reconocen a los Golfines el título de patrono. Al final el pleito se falla a favor de la familia Golfín, manteniendo sus escudos en el retablo.

Cementerio de Sta, María por la calle Amargura (F. Recuerdos Cacereños.)

En el siglo XVIII el convento posee unas grandes dimensiones, y tenía su acceso y portería por la calle Amargura, ubicada en la que fue casa de Hernán Pérez de Ulloa. Y contaba con un gran prestigio en la esfera diocesana.

         Con la desamortización de Mendizábal de 1836, la capilla es derruida (algunas sepulturas se trasladaron al patio del palacio de los Golfines de Abajo, junto a su leyenda: “Aqví esperan los Golfines el día del juizio”), y el convento se convierte en gobierno civil, escuela normal de maestros o de párvulos.

Y el 16 de agosto de 1866, en sesión extraordinaria, el Ayuntamiento de Cáceres cede la propiedad a la Diputación, que cuatro años después reedifican, casi en su totalidad, aprovechando materiales de otras construcciones como las fachadas y los elementos arquitectónicos del también desaparecido Seminario de San Pedro (del cual ya escribí en este blog) derribado unos años antes.

Escudo de Galarza en la Diputación de Cáceres.

         Y así, una vez más, otro edificio histórico y de gran raigambre de Cáceres, como el Convento de Santa María de Jesús, refugio divino de aquellas doncellas hijas de las familias de la más alta alcurnia de la villa como los Aldanas, Andrada, Carvajal, Torres, Figueroa, Golfín, Téllez o Ulloas y su iglesia, lugar de reposo final de sus ancestros, desaparece o pierde su identidad histórica en el Cáceres de intramuros.

         Gracias y hasta la próxima.


         Escrito por: Jesús Sierra Bolaños

Fuentes consultadas:
-         “Noticias históricas de Cáceres y su patrona” Simón Benito Boxoyo
-         “Memorial de Ulloa” José M. Lodo Mayoralgo
-         “Guía de Cáceres” Antonio C. Floriano.
-         “El ayer del Palacio Provincial” Teodoro Fernández y Sánchez.
-         “Recuerdos cacereños del siglo XIX” Publio Hurtado
-         “Religiosidad y ciudad. Las modificaciones urbanísticas en el Cáceres medieval intramuros y las órdenes religiosas.” Pilar Mogollón Cano-Cortés.
-         “Cáceres, paseo por la eternidad” Francisco Acedo Fernández Pereira.
-         “El desarrollo urbanístico de Cáceres (siglos XVI-XIX)” M.M. Lozano Bartolozzi.
-         “Monumentos artísticos de Extremadura”. Salvador Andrés Ordax

-         - “Historia de la villa de Atienza” Francisco Layna Serrano