Otro de los monumentos con una larga historia que
desapareció del mapa urbanístico de Cáceres fue el Seminario de San Pedro, edificio
del siglo XVI, que fue derribado en 1969. Y como anteriores derrumbes (como la
Puerta de Mérida o la Puerta de Coria, ya citas) fue concebido y ejecutado por
iniciativa de los políticos del gobierno de turno en el Ayuntamiento de
Cáceres.
En otros de mis relatos anteriores ("Una Historia del Palacio de Galarza") ya
mencioné al Obispo de Coria don Pedro García de Galarza (1538-1604) consejero y
amigo personal de Felipe II. Pedro de Galarza fue un Obispo que favoreció mas a la villa de Cáceres en
detrimento de Coria que era sede episcopal.
Unas de sus grandes obras fue la construcción del Seminario de San Pedro. Según
ordenaba el Concilio de Trento en cada diócesis debía haber un seminario, por
ello en 1579 Pedro de Galarza comienza la construcción del seminario de su
diócesis, pero no en Coria donde estaba la catedral y la sede episcopal, si no que
lo manda edificar en Cáceres. Ante esta decisión la sede episcopal cauriense
expresó su rechazo y oposición ante las más altas instancias religiosas,
teniendo que intervenir el Papa Clemente VIII deteniendo las obras del
seminario en 1595.
Pero en 1603 el Obispo Galarza para salvar su proyecto, otorga a la villa
de Cáceres una escritura pública para la fundación de un colegio dedicado a la
formación de los jóvenes de la diócesis. Ante esta maniobra del Obispo, el Papa
Clemente VIII no tiene más remedio que por Bula del 16 de mayo de 1604 declararlo
Seminario Conciliar bajo la advocación de San Pedro Apóstol, saliéndose así el
obispo con la suya, para beneficio de la Villa.
El lugar elegido para su edificación fueron unos terrenos a las afuera de
la ciudad, “en el Ejido de la villa que
llaman de las Parras” y a su edificación se destino unas casas que el propio
obispo tenía en los arrabales de la ciudad y diez mil ducados.
Para su reglamento se copiaron las reglas del Colegio de Sigüenza. Pero además,
el Obispo dispuso que en el Seminario debían estudiar siete mozos pobres por
los sietes arciprestazgos que pertenecían a la diócesis (Coria, Cáceres, Alcántara,
Valencia de Alcántara, Granadilla, Montemayor y Galisteo) con la condición de
ser hijos “de legítimo matrimonio de
padres honrados, de doce años, que no pudieran pagarles los estudios” junto
a estos elegidos estudiarían en el seminario todos aquellos que se lo pudieran
costear.
Seminario de San Pedro convertido en Cuartel, 192? (F.I.) |
El Seminario fue en aquellos tiempos la cuna de la cultura de la Villa y los alrededores, ejerciendo como rector el propio Obispo. En él se estudiaban las cátedras de retórica, griego, hebreo, lógica, filosofía, teología, Sagradas Escrituras, liturgia o latín, entre otras. Y muchos fueron lo nobles que lo avalaron y protegieron como Juan de Toledo Moctezuma, el Bachiller Bartolomé de la Flor o Jerónimo de Godoy Ovando.
En el año 1750 ante la precariedad del edificio, el Obispo José García Álvaro
decide trasladar el Seminario al Colegio de San Francisco Javier, en la Plaza
de San Jorge, permutando el antiguo edificio al Concejo de la Villa a cambio de
unos olivares.
Varios fueron los Obispo posteriores que intentaron llevarse el Seminario a
Coria, pero este traslado no se hizo efectivo hasta el año 1845.
Pero volvamos con el edificio del Seminario de San Pedro. ¿Qué fue de él
después de la permuta con el Concejo?
Bien, pues varios fueron los usos que le dieron, pero el principal y más
destacado fue el de cuartel militar. En Cáceres no había guarnición permanente,
si no que se turnaban los regimientos, y el regimiento de turno venía
temporalmente desde Badajoz, Málaga o Castilla, alojándose en el antiguo
Seminario de Galarza. Y no será hasta 1919, cuando adaptado el edificio a las
exigencias militares se asiente definitivamente en Cáceres el Regimiento de Infantería
de Segovia nº 75. En 1924 el Regimiento se traslada al recién levantado Cuartel
Infanta Isabel de Borbon junto a la plaza de toros, cambiando el nombre a
Regimiento Argel nº 27.
Con este traslado el Viejo Cuartel o Seminario de Galarza pasa nuevamente a
manos del ayuntamiento, que lo destina a escuelas de niños. Pero en el año 1969
el ayuntamiento de Cáceres al cargo del cual estaba el alcalde Alfonso Díaz de
Bustamante, y como gobernador civil Federico Trillo y Figueroa, ordenó demoler
el antiguo Seminario de Galarza, declarado monumento histórico nacional, obviando
toda su historia y bagaje artístico, para construir un vulgar mercado de
abasto.
De la atroz demolición, por suerte, se salvaron tres fachadas que las
ubicaron en otros edificios o se utilizaron para levantar nuevos palacios,
dentro del recinto amurallado.
La fachada principal del Seminario se ubicó en los muros traseros del Palacio
Episcopal (cerca de la Puerta de la Estrella), donde la podemos contemplar
actualmente sin su esplendor de antaño. Incluso al colocarla se equivocaron en
el orden de las letras y entre las
representaciones de “la fortaleza” y “la justicia” podemos leer “Don García de Calarza Obispo de Goria”.
Antigua portada del Seminario, Cáceres (F. Sergio Ciriero) |
La portada interior del Seminario de Galarza se incrustó junto a otros
elementos arquitectónicos en el actual Palacio de la Diputación de Cáceres, en
la Plaza de Santa María, en la reconstrucción que se hizo en el palacio en los
años 60. Este palacio había sido en el siglo XV el Convento de Santa María de Jesús cuyas monjas
estaban bajo la regla de San Jerónimo, y que tenían su entrada al convento por
la calle Amargura. Desde entonces ha sufrido múltiples reconstrucciones.
Palacio de la Diputación, Cáceres (F. Sergio Ciriero) |
La tercera portada que se salvó se reutilizó para edificar un palacio imitando
la arquitectura del entorno, pero que apenas tiene 44 años de antigüedad, es el
Palacio donde se halla la delegación de Obras Públicas, también en la Plaza de
Santa María, donde podemos apreciar además de la portada, los balcones y
escudos del antiguo Seminario de Galarza. En este solar estuvo la Ermita de
Santa Catalina del siglo XV.
Delegación de Obras Públicas, Cáceres. (F. Sergio Ciriero) |
En el antiguo solar al final de la calle Parras donde estuvo ubicado el
Seminario San Pedro, y posteriormente en mercado de abasto, hoy se levanta un
parking y el único recuerdo que queda de tan insigne edificio es el nombre de
la plaza, “Plaza del Obispo de Galarza”.
Gracias y hasta la próxima.
Escrito por: Jesús Sierra Bolaños
Fuentes Consultadas: -“Noticias históricas de Cáceres.”
Simón
Benito Boxoyo.
-“Recuerdos
cacereños del siglo XIX.”
Publio Hurtado.
-“Cáceres
visto por un periodista.”
Germán Sellers de Paz
-“Episcopologio
Cauriense.” Miguel A.
Ortí Belmonte.
-“Cáceres,
paseo por la eternidad.”
Francisco Acedo
Derribando para luego colocar todo como un tetris! Gran historia!
ResponderEliminarEs curioso como los que hemos vivido en Cáceres recorriendo sus calles y sus nombres sin saber nunca qué significaban o qué historia tenía cada calle, ahora leyéndote, le doy un sentido histórico a calles y plazas com las que nombras en este artículo. Calle Parra, Plaza Obispo Galarza... Leer cosas así, te acerca un poco más sentimentalmente a tu ciudad, a pesar de que no se viva ya allí.
ResponderEliminarFelicidades por el artículo.
La pena es que la portada principal no luce nada en su actual ubicación. Interesante artículo.
ResponderEliminarJesus, hacía tiempo que no te leía, pero como siempre chapó, buen trabajo hijo.
ResponderEliminarMaravilloso artículo, Jesús. Gracias por compartir todos tus conocimientos sobre nuestra ciudad y acercarnos a su historia.
ResponderEliminarGracias a ti por tus palabras y por leerme, Saludos
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