viernes, 26 de octubre de 2012

La historia del degollamiento de los Giles de Cáceres.


Esta historia está recogida en el testamento en uno de los familiares de la familia Gil, y he aquí mi visión de los hechos.

              D. Pedro I, el cruel.(F.I.)       D. Enrique II de Trastámara (F.I.)

A la muerte del rey don Alfonso XI, sus hijos el rey D. Pedro I, apodado el cruel y D. Enrique, conde de Trastámara y futuro Enrique II, intentan ganarse la fidelidad de las villas en su lucha por el reino. Es el año 1337 de nuestro Señor Jesucristo, en esa lucha, el alcázar de Cáceres es un enclave importante, por ello el Concejo deciden bajo acuerdo de ambos monarcas, y por seguridad entregar la Villa de Cáceres en custodia a dos caballeros de la familia Gil (unos dicen que eran tío y sobrino, otros que eran hermanos), manteniendo así la neutralidad de la Villa mientras los monarcas dirimen sus diferencias. 
“Por orden del Concejo de la Villa de Cáceres y bajo el consenso del rey D. Pedro I y D. Enrique se hace entrega de la Villa de Cáceres a los caballeros aquí presente de la familia Gil, para que la guarden en custodia junto con sus habitantes y no la entreguen a nadie a menos que vengan enviados por ambas partes en conformidad y en paz.”

“Ante Dios mediante que así se hará, nuestro honor ponemos en ello.” -Juraron los Giles.-
Y así estuvo la Villa un tiempo, permaneciendo neutral y no rindiendo pleitesía a ningún monarca.
Pero un día, aprovechando, que el rey D. Pedro I se hallaba en Sevilla tratando asuntos reales, el cacereño Gómez Tello, influyente noble de la Villa y partidario del rey D. Pedro, decide partir a su encuentro. Una vez en Sevilla pide ser recibido por el rey en audiencia, y ganándose su favor, instiga y anima al monarca para que parta hacia Cáceres y pida a los Giles que le entreguen la Villa. El rey reúne a sus huestes y parte hacia Cáceres.

Antiguo solar del alcázar, hoy Palacio de las Veletas de Cáceres


Ya en Cáceres Gómez Tello se reunió con los Giles que se hallaban en el alcázar almohade que estaría situado el lo más alto del recinto amurallado, donde se erige ahora la Casa de las Veletas o Palacio de los Duques de Fernán Núñez. Y así les dijo:
“Por orden del rey D. Pedro I, que se halla a las puertas, os ruego entreguéis el alcázar y la Villa, le juréis obediencia como vuestro rey que es y por ello muchas mercedes se os otorgarán.”

     Negáronse los Giles y así se lo hicieron saber:
“Obligados bajo juramento estamos a no entregar nuestra Villa, y fielmente lo cumpliremos aunque nuestras vidas vayan en ello. Caballeros y hombres de palabra y honor somos. Y así has de decírselo al rey D. Pedro.”

Y de nuevo habló Gómez Tello: “Advertiros  pues debo que mi señor y rey D. Pedro por la fuerza el alcázar tomará y como castigo por orden real seréis ambos degollados.”

 Informado de la negativa de los Giles de rendir el alcázar, el rey D. Pedro I junto con sus huestes entró en la Villa blandiendo armas y tomo al asaltó el alcázar, arrasándolo. Una vez conquistado y presos los Giles, los mandó llamar a su presencia:
“Se hace saber a todos los habitantes de la Villa, que los Giles, aquí presentes, serán ajusticiados y degollados por no mostrar pleitesía al rey D. Pedro I y negarse a entregarle la Villa de Cáceres. Por todo ello son considerados traidores a la corona y por orden real ejecutados. Cúmplase la voluntad del rey.”  -Gritó una voz-

“Que todo el mundo sepa que fuimos fiel a nuestra palabra como lo denuestran los hechos, y por ello se nos dará vil muerte. Morimos por nuestro honor. Ahora la justicia de Dios nos espera.”   -Alegó uno de los Giles.-

Y fiel a su palabra, el rey D. Pedro I, en plaza del alcázar mandó degollarlos y cortar sus cabezas como muestra de autoridad real.

En el año1369 d. C., reinando ya en España el rey D. Enrique II, los descendientes de los Giles en memoria de limpieza, por su fidelidad, lealtad y nobleza mandaron poner una inscripción en su sepultura de la Iglesia de San Mateo (bajo armas de los Alcocer) que reza: “Esta es la casa de los Giles”
Iglesia de San Mateo de Cáceres.

El alcázar fue destruido en 1465 por Enrique IV en una nueva guerra de sucesión entre hermanos, otorgando dicho monarca licencia para utilizar sus piedras y edificar su casa sobre dicho solar a su fiel amigo Diego Gómez, bajo promesa de mantener el aljibe árabe y respetando el ancestral derecho de los vecinos a surtirse de su agua


Más leyendas son y así te las he contado, gracias y hasta la próxima.


Escrito por:  Jesús Sierra


Autores Consultados:  Simón Benito Boxoyo

                                      Juan P. de Guzmán

                                                 Antonio Rubio Rojas

2 comentarios:

  1. Qué buenos escritos haces. En ésta no ha habido amorios :)

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  2. vaya sinverguenza el gomez tello ese y vaya con pedroI el cruel le hace honor a su nombre, muy buena historia como las demás enhorabuena jesus sigue entregando mas historias pues no pasa un viernes que las busquemos ja ja besos.

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