sábado, 6 de febrero de 2016

Antiguos oficios cacereños: Los curtidores.

Con esta nueva sección quiero dar a conocer aquellos antiguos oficios, ya desaparecidos, que a lo largo de la historia cacereña han sido la principal industria local que se ocupaban de satisfacer las necesidades primordiales de la villa de Cáceres. 

Curtidor en la Edad Media (F.I.)

Y que mejor manera que comenzar con el oficio de los curtidores, al cual mi bisabuela Saturnina y antes sus padres y abuelos dedicaron sus vidas. 

Estos oficios denominados menestrales eran ya recogidos y regulados en los fueros dados por el rey leonés Alfonso IX a la villa Cáceres tras su reconquista en el año 1229.

Estos artesanos que trabajan libremente para satisfacer la demanda de la población, fueron con el tiempo agrupándose en cofradías, que tenían un carácter religioso, de ayuda mutua, como el cuidado de las viudas y solían reunirse en una parroquia. Un ejemplo de ello, es la cofradía de los ovejeros que en Cáceres se reunían en la coalición de San Juan. El patrón de los curtidores era San Bartolomé el apóstol, que fue mandado desollar vivo por el rey Astíages de Armenia.

A partir del siglo XIII estas cofradías se transformarán en los gremios, mas especializados y profesionalizados.

Fuente de los Curtidores de Cáceres

Tres eran los estamentos en las cofradías, en el escalafón mas bajo estaban los aprendices, al cual el maestro se comprometía a enseñarle el oficio, también se comprometía a vestirle, mantenerlo y cobijarlo durante todo el aprendizaje; con el tiempo (variaba de un oficio a otro) pasarían a oficiales, los cuales ya recibían un sueldo; y por último estaba el maestro al que se accedía realizando un examen o proyecto.

 En las cofradías los maestros de cada ramo fijaban las condiciones de trabajo, las ordenanzas, los materiales a utilizar, el proceso de transformación, y las pruebas que debían realizar los oficiales para acceder al grado de maestro.

En los fueros de Cáceres se mencionan unos veinte oficios menestrales. Oficios que fueron ubicados, muchos de ellos, en lugares regulados por el Concejo bajo licencia, y que han dado orígenes a los nombres de las actuales calles y plazas de la ciudad, como la calle Caleros, Zapatería, la plaza de las Canterías o de los Caldereros, y la que nos ocupa, la Ribera de los Curtidores, junto a la también cacereña calle Tenerías, donde se agrupaban los curtidores. 

Calle Ribera de los Curtidores de Cáceres 

Estos artesanos eran en un principio un complemento a la agricultura, principal actividad industrial de la villa, junto con la ganadería.

Según relata Boxoyo y otros autores, aunque Cáceres carecía de industrias relevantes, “el ramo de la curtiduría era de mucha consideración con abundantes tenerías”, siendo los corambres (los cueros) y los zapatos junto con la cal, de los pocos productos que se exportaban, y que se veían gravados en su exportación  mediante un impuesto concejil. 

Los curtidores, eran los artesanos dedicados a preparar y tratar los cueros a través de pieles no curtidas, sobre todo de vaca, toro, buey o cabra, que compraban a las carnicerías, que les abastecían todo el año. Las compraban al cuarto, bajo multa de dos maravedises. Tan grande era el consumo de carne en la villa, que en año 1494 los vecinos de las coaliciones de Santiago y San Juan, solicitaron al Concejo que pusieran mas carnicerías: “...porque por aver pocas carniçerias e muchas gente ay mucha pesa en el pesar e tomar de la dicha carne, e que muchos de los dichos ofiçiales (…) se quedan syn carne algunos días...” 

También hay constancia del abastecimiento de las despensas reales con las carnes de Extremadura, entre ellas las cacereñas.

  
Vista de la Ribera de Cáceres

El oficio de curtidores es mencionado en los fueros en la rúbrica 201:

“Todo pellitero que las pennas de coneios, o de corderos, castrare peche I morabedi al castiello. Et los zapateros que cantearen las suelas pechen singulos morabedis al conceio.”

 Para los curtidores, el agua era un elemento imprescindible en casi todas sus tareas, por ello sus talleres requerían una proximidad a un río o a una fuente de agua donde solían utilizar los remanentes. Por ello y por el olor nauseabundo que generaba el apelambrado de los cueros, se ubican alejados, siempre que fuera posible, de las zonas residenciales. 

Herramientas de Curtidores (F.I.)

En Cáceres se situaron extramuros, en lo que hoy llamamos la Ribera de Curtidores y las Tenerías, a orillas de la Ribera del marco. También utilizaron la llamada Fuente Rocha o de los curtidores y la fuente del Rey o del Marco.

“... a distancia de dos tiros de bala, en un pequeño valle nace con admiración, por no haber Sierras en distancia de 7 leguas, un caudaloso raudal de agua llamado Fuente del Rei; y pasa cerca de los muros: con el muele 25 piedras harineras:riega una legua de huertas, sirve á varios Tintes, Batanes, Labadero de lanas, mucho número de Tenerías y otras fábricas...”

Fuente del Rey o del Marco de Cáceres

Se situaban los curtidores siempre aguas abajo para no contaminar.

El primer trabajo que realizaban eran remojar las pieles y limpiarlas para eliminar la suciedad, para ello se necesitaba un uso constante de agua limpia. Las pieles se depositaban en los noques (estanques pequeños o pozuelos). Pasado unos días se efectuaba la pelambre que era una mezcla de agua con cal (abundante en el calerizo cacereño) con la cual se pelan los pellejos, y un vez limpios de pelos y grasa, se volvían a limpiar nuevamente con agua. Para prevenir el daño ocasionado por bacterias las pieles se estiraban y se sumergían en los noques con los taninos (de ahí la palabra tenerías) sustancia que se produce de la corteza triturada de algunos árboles como el roble, la encina, los castaños o los alcornoques. Una vez curtida la piel se volvía rígida por ello los curtidores debían estirarla para recuperar su flexibilidad y la consistencia deseada. Para finalizar untaban los cueros con manteca de cerdo a fin de suavizar las pieles.


Tenerías de Fez (Marruecos)

Los curtidores estaban obligados a vender los cueros secos y blancos, pues los encargados de darles color eran los tintoreros. Pero antes de la venta. el cuero era supervisado por los veedores, quienes decidían si la calidad era aceptable y apta para marcar con los herretes de la ciudad.

El trabajo de una piel delgada de cordero, estaba tasado en un maravedí, y las pieles de conejo sin blanco, en medio maravedí.

Estaba prohibido tener cueros curtidos almacenados, venderlos sin la marca de la ciudad de origen, y comprarlos para revenderlos.

Los usos que se le daban al cuero eran muy variados, ademas de  para la vestimenta y el calzado, se utilizaba en fabricación de armaduras, escudos y fundas de armas; también para tiendas transportables, cubiertas y canoas; en la elaboración de cuerdas, cinchas, correas y arneses y en encuadernación.

Calle Zapatería Alta de Cáceres

Por eso unido al oficio de curtidores surgieron otros trabajos como el de guantero, guarnicionero o el de zapatero. Este último como nos muestra el libro de ordenanzas cacereño, también trabajan el cuero, y era el propio zapatero el encargado del curtido de la piel, ya que “a ellos se les prohíbe vaciar las tenerías durante el día en la temporada estival y se les conceden las licencias para extraer casca”, producto curtiente utilizado en esa labor, y entre los objetos de venta de los zapateros mencionan los cueros. 

En el fuero se establece la tasa de cuatro dineros para las medias suelas.
  
Otro de los oficios mas relevantes y con gran tradición en Cáceres, también relacionado con los curtidores, era el de los caleros, pero este los veremos otro día.

Muchas gracias y hasta la próxima.


Escrito por: Jesús Sierra Bolaños 

Fuentes Consultadas:

-”Fueros de Cáceres” Archivo Histórico Municipal de Cáceres
-”Noticias históricas de Cáceres” Simón Benito Boxoyo
-”Estudio de los nombres de los oficios artesanales en castellano medieval.” Mª del Carmen Martínez Meléndez.
-”Oficios y herramientas de antaño” Consell comarcal del Pla de l´Estamy
-”Los oficios menestrales en los fueros de Cáceres” Julio G. Martínez Martínez
-”Organización económica y social del Concejo de Cáceres y su tierra en la Baja Edad Media.” Mª Dolores García Oliva. 
-”Musulmanes y cristianos frente al agua en las ciudades medievales” Mª Isabel del Val Valdivieso, Olatz Villanueva Zubizarreta.

-”La vida en Cáceres en el siglo XIII” Miguel Ortí Belmonte.

4 comentarios:

  1. Que talento más asombroso ...me ha encantado

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  2. Maravillosa! Te echábamos de menos!

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  3. La casa de tu bisabuela saturnina todavía existe en fuente concejo y otro bisabuelo tuyo fue zapatero y tu bisabuelo Miguel fue maestro albañil

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  4. Muchas Gracias por la información y por seguirme Antonio. Un abrazo

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