sábado, 6 de junio de 2015

Pequeños retazos de los judíos cacereños.

            La llegada de los judíos a la península se remonta a la diáspora que se produjo tras la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C., a manos del futuro emperador de Roma, Tito Flavio Vespasiano. En Extremadura, los primeros datos epigráficos sitúan a una comunidad judía en la ciudad de Mérida en el siglo II, siendo una de las más antiguas de España.

Judío celebrando la Havdal (F.I.)

            En Cáceres, aunque es bastante probable que existiera anteriormente una comunidad judía cohabitando con los musulmanes, los primeros testimonios escritos los hallamos en los Fueros dados por el rey Alfonso IX de León tras la reconquista en 1229, y ratificados por el rey Fernando III “el Santo” en 1231. En ellos se presta especial atención a los judíos, dedicándoles ocho capítulos (74, 186, 220, 293, 294, 295,386 y el 395).

“Qui dixiere a otro cornudo, o fududinculo, o gafo, o iudio, o traidor, o a mugier puta, o zegulera, o gaffa, peche quereloso 5 morabedis…” Rúbr. 186

            También se fomentan su asentamiento en la villa, debido a que estas zonas limítrofes estaban casi despoblada, y los grandes nobles que integraban las huestes del rey preferían seguir guerreando para conseguir más favores reales y tierras más fértiles al sur. Tampoco ayudó a poblar que el rey prohibiera por fuero que las órdenes religiosas y militares se asentaran en la villa.

“…que qualquiera que viniere a Cáceres á poblar, de qualquiera condición que sea, ó sea christiano, judío, ó moro, ó libre, ó esclavo, venga seguro y no responda por enemistad...."  

“…y le concedo, que tenga feria los últimos quince días del mes de Abril y los quince primeros del mes de Mayo,… que vinieren á esta feria o quisieran venir, así Christianos como Judíos, o Sarracenos…”

Callejuelas de la Judería Vieja, de Cáceres

            Hubo en Cáceres dos juderías, la más antigua la denominada judería vieja, estaba ubicada en el actual barrio de San Antonio, un terreno de intramuros desigual, entre pendientes y callejuelas estrechas e irregulares, con una puerta de entrada y salida que se cerraban al caer la noche por seguridad, pudiera ser que esa puerta fuera la Puerta del Rio o Arco del Cristo, pero no está demostrado.

Eran casas humildes en arquitectura y decoración, de una o dos plantas, muchas de ellas adosadas a la muralla Este, poseían un jardín o huerto. En sus pequeñas puertas adinteladas, aun podemos observar alguno hueco para las mezuzot o mezuzá, que era una pequeña caja con un pergamino en su interior que contenía las palabras del “Shema Israel”, los pasajes del Deuteronomio 6:4-9 y 11:13. Este símbolo de protección, se colocaba en las jambas derechas de cada puerta de casa judía, debiéndose tocar al entrar y salir de un hogar y recitar las siguientes palabras en hebreo: “Hashem es mi cuidador, Hashem es mi sombra sobre mi diestra, Hashem me protegerá cuando salga y retorne, de ahora y para siempre.”

Mezuzá judía (F.I.)

La antigua sinagoga estaba sita en el lugar que ocupa ahora la ermita en honor de San Antonio de Padua. Fue en el año 1470 cuando cumpliendo la orden de apartamiento, fue vendida junto a diversas casas al noble Alfonso Golfín, que decidió derribarla y construir la ermita que vemos ahora en su lugar.

Jamba donde se ponía oblicuamnete la Mezuzá.

Mucha de la población hebrea que albergaba la aljama cacereña había llegado en el siglo XIV huyendo del pogrom de 1391, una ola antisemita que comenzó en Sevilla, fomentada por eclesiásticos como el arcediano de Écija Ferrán Martínez y que se extendió por toda la corona castellana desencadenando en asaltos a las juderías de las ciudades mas importantes, en robos y asesinatos.

Los factores que propiciaron la llegada de estos exiliados judíos, la mayoría comerciantes y artesanos, a Extremadura y a Cáceres en particular, fueron la tranquilidad y la amigabilidad (libre de prejuicios antisemitas) que ofrecía los habitantes de estas tierras aun poco pobladas, y su cercanía con la frontera portuguesa.

Puerta del barrio Judio con Mezuzá. (Cáceres)

Porque no hay que olvidar, que durante toda la Baja Edad Media existió un odio a todo aquel que practicase la religión hebrea, animadversión que se vio agravada por el ordenamiento sobre judíos y usura dado en las Cortes de Valladolid de 1405, y confirmado por Enrique III. En él se disponía que todos los prestamos de los judíos a los cristianos se presumían usurarios y los contratos de que procedían nulos de derecho, salvo que se probasen con testigos cristianos de buena fama; que estas deudas de pagos se reducían a la mitad; perdían también la protección que hallaban en la justicia a título de privilegio; y además se les obligaba a vestir de una determinada forma. Tampoco ayudó a la convivencia pacífica el apostolado de san Vicente Ferrer en el año 1407.

Ermita de San Antonio (antigua sinagoga). Cáceres

Todas esta propuestas discriminatorias e intolerantes que debían ser de obligado cumplimiento por parte de los procuradores, empeoró aún más la condición social del pueblo hebreo, obligado a renunciar a las labores recaudatorias, fiscales o crediticias que muchos ejercían.

Los judíos tenían experiencia en la vida administrativa, en las finanzas, en el comercio, cultivaban también las ciencias y poseían conocimientos de lenguas, facultades que les hicieron indispensables en las villas, pues los pobladores de la reconquista solían ser en su mayoría guerreros y campesinos. Pero a pesar de este poder económico y comercial, su valoración social era baja y débil, al igual que su integración en la política.

Olivar de la Judería Vieja en Cáceres.

Pero en la villa cacereña, no todos los vecinos judíos vivían en la judería, y más cuando la plaza pasó a ser lugar de celebración de ferias y mercados, desplazando a Santa María, esto ayudó a potenciar la expansión de los asentamientos extramuros, donde se instalaron comerciantes, artesanos, escribanos y también los propios judíos, veamos:

El 30 de marzo de 1449, en escritura de venta de una casa ante el escribano Luis Fernández, Catalina Ruiz enajenó la casa en que vivía Ruiz David, llamado el judío, a Martínez Espadero y a María Fernández…Dicha casa lindaba otra de los hijos del célebre platero Bartolomé, denominado también el judío. Ambas casa estaban situadas en la plaza de la Feria, contigua al Adarve...”

Casa de la judería vieja, Cáceres

“Abraham Leví Daraguero, casado con Ornillida, con escritura de censo del día 12 de mayo de 1449, sobre unas casas en la plaza pública de la villa existentes entre la Torre de Bujaco y el acceso a la Puerta Nueva. Le seguían dos casas más con tiendas censadas a Andrés Fernández y a un barbero llamado Juan, y a continuación estaban las tiendas del citado Abraham Leví y de Samuel, hijo de Sento, casado con Amada, en el espacio de la escalerilla."

“El 16 de julio de 1453, ante el escribano Rodrigo Alfón, el clérigo Gómez dio a censo a Isaac Amalec, judío, por 420 maravedíes de renta anual perpetua, unas casas en la Plaza, en los portales de abajo, a la colación de Santiago.”

“El 20 de agosto de 1459, ante Diego Fernández, el judío David Alvillia, jubetero (es probable que fuera hijo de  Haim Alvelia, con tienda en la plaza de la villa) vendió en 380 maravedís a Pedro Dávila el derecho que tenía a unas casas acensuadas del Concejo en la Plaza…”  

Calle de la Judería nueva, Cáceres

Durante el reinado de Enrique IV de Trastamara, el Rabí Jacob Aben Núñez, Juez Mayor de los judíos, data en el año 1474 la aportación a las arcas reales de la aljama de Cáceres en 8.200 maravedíes en impuestos, en cuanto que la de Toledo pagaba unos 3.500 maravedíes, siendo la cacereña una de las cinco primeras aljamas de Castilla.

En el año 1478 con la orden de apartamiento que dictaron los Reyes Católicos, por la cual se obligaba a los judíos a agruparse en un solo barrio apartados de los cristianos y fuera de las ciudades, surge en la villa de Cáceres la judería nueva, localizada extramuros, entorno a la Plaza mayor, entre las calles Paneras, De la Cruz, General Ezponda y parte de la calle Ríos Verdes.

Ermita de la Cruz, Cáceres.

La nueva sinagoga fue levantada en lo que hoy es la calle de la Cruz, y según consta en documentos, pronto quedó pequeña teniendo que adquirir en el año 1483 un solar contiguo a la sinagoga, al “Abad Juan García de Jema por 220 maravedís de censo perpetuo…” Tras la expulsión la sinagoga fue adquirida por don Luis Blázquez de Cáceres, arcediano de Trujillo, que la trasformó en la capilla de la Santa Cruz y añadida posteriormente al Palacio de la Isla.

            En esta judería está documentado que vivieron judíos tan reconocidos como el sastre Moshé Cohen, hijo de Salomón Cohen, o Samuel Arrof.

            También Yaco Mahanón, carpintero; la familia Barchillon, que eran zapateros y curtidores; Samuel Cañas que ejercía el oficio de herrero; David Navarro y su hijo Ysta, cereros; Rabí Uce, físico; o Rabí Abraham Amigo, vocero (abogado).

Interior de la Ermita de la Cruz, ante sinagoga. Cáceres

En la actual calle General Ezponda (antes calle Empedrada) está el Palacio y Torre de Galarza, donde habitó la familia judía cacereña de los Cohen. En la familia Cohen había traperos que comerciaban con paños de color, también se dedicaban a actividades vinculadas con el préstamo a interés, que según se recoge en el fuero era a un interés al 12,5% a seis semanas.

“Todo iudio que auer diere a renueuo de el moarabedi a sex semanas per I ochauo morabedi, et dend arriba a ssu contra…” Rubr. 293

Con la expulsión la familia Cohen malvendió la casa a los Dávila Messía de Ovando, que la vendieron en el siglo XVI al Obispo Galarza. Este palacio también fue conocido como la Casa de los Trucos, pues según se rumoreaba existía en una de sus habitaciones un pasadizo o “truco” subterráneo que unía esta casa con el Palacio Episcopal, y era utilizado por el Obispo para poder abandonar la ciudad sin ser visto.

Casa de los Trucos, Cáceres

En 1479 cuando los Reyes Católicos visitaron por segunda vez Cáceres, la aljama contaba con 130 familias compuestas entre 600 o 700 judíos, sobre una población total de 8.000 o 10.000 habitantes. Durante su estancia, atendieron entre otras quejas las de la Aljama cacereña, que se consideraba agraviada económicamente por pagar un porcentaje mayor en los pechos y repartimientos que la población cristiana, ellos habían abonado 4.200 maravedís de los 12.000 recaudados.

Se calcula que en año 1492 cuando se produjo el decreto de expulsión vivían en la villa de Cáceres unos dos mil judíos en la judería nueva. Esos judíos cacereños optaron por el destierro frente a la conversión, no hay que olvidar que la Inquisición había sido creada por Sixto IV en 1478 para controlar la verdadera conversión de los cristianos nuevos y eran mirados con lupa.

Antes de partir rumbo a tierras portuguesas, los judíos cacereños malvendieron sus casas, bienes, y todo aquello que no podían transportar, además el decreto de los Reyes Católicos prohibía a los judíos sacar oro, plata, armas y caballos de los reinos, por lo cual tuvieron que ingeniárselas para ocultar sus riquezas.

Muchos de los judíos españoles expulsados se llevaron consigo las llaves de sus casas y las mezuzá de sus puertas, añorando su vuelta. Reliquias que han pasado de generación en generación hasta nuestros días. Quizás Sayas Cohen, el último rabino de Cáceres, se llevara también consigo la llave de la sinagoga nueva.

            Gracias y hasta la próxima.

           
Escrito por: Jesús Sierra Bolaños.

Fuentes consultadas:
-“Noticias históricas de Cáceres” Simón Benito Boxoyo.  
-“Cortes de los antiguos Reinos de León y de Castilla.” Manuel Colmeiro.
-“Documentación histórica del archivo municipal de Cáceres.” Antonio Floriano Cumbreño.
-“De sinagoga nueva a capilla de la Santa Cruz de Jerusalén del cacereño palacio de la isla.” Serafín Martin Nieto
-“Arco de la Estrella” Gervasio Velo y Nieto.
-“Guía completa de la Mezuzá.” Rab Moshe Elefant y Rab Eliezer Weinbaum
-“De los pogroms de 1391 a los ordenamientos de 1405.” Emilio Mitre Fernández
-“Cáceres la pacífica. Viaje por la Extremadura judía”. Penina Meller.
-“Cáceres resumen de la historia local.” Antonio Rubio Rojas
-“Los judíos en España.” Joseph Pérez
“Los judíos de Extremadura antes del siglo XV.” José Luis Lacabe
“Fiscalidad y demografía sobre judíos de Cáceres” Carlos Merchán Fernández

“Las Juderías de Cáceres y su estructura urbana.” Mª del Mar Lozano Bartolozzi.

3 comentarios:

  1. Qué placer es leer cada una de tus historias!

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  2. Jesús

    Otro relato interesante! En 1492 muchos de estos judíos viajaron a Sur America, y se radicaron en Ecuador, en las pequeñas ciudades de Cuenca, Ambato y Loja o Loxa* donde fue encontrada una antigua sinagoga. El diseño arquitectónico de esta ciudad* refleja la herencia Sefardita.

    Saludos y muchas gracias.

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    1. Agradecido, siempre es un placer saber un poco mas de lo que escribo, y su comentario ayuda.

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