Siguiendo con la visita de Isabel “la Católica” a Cáceres, hoy os relato otra de las decisiones que tomó en la villa.
Torre del Palacio de los Golfines de Abajo, Cáceres. |
Recordemos que Cáceres después de la reconquista, fue repoblada por
leoneses, asturianos, gallegos y castellanos, que acompañaban a Fernando II de León
en sus huestes. Con el tiempo sus habitantes se dividieron en dos bandos: el de
los leoneses (que también incluiría a las gentes originarias de Galicia y
Asturias), y el de los castellanos. Los primeros habitaban la parte alta de la
ciudad (barrio de San Mateo), y los segundos en la baja (barrio de Santa
María), aunque había algunas excepciones.
Los nobles de ambos bandos se enfrentaban violentamente con frecuencia, y
la situación llegó a tales extremos, que Cáceres contó en la práctica con dos
concejos diferentes que no cesaban de pelearse por el control del gobierno;
además en tiempo de la guerra de sucesión al trono de Castilla, unos tomaron
partido a favor del monarca Enrique IV de Castilla (y a su muerte de su hija
Juana “la Beltraneja”) y otros del bando del Infante Don Alonso (y su muerte,
de Isabel “La Católica”).
Aquellos enfrentamientos debieron ser temibles, pongámonos en situación, en aquella época los
palacios no eran como los vemos ahora, llenos de amplias ventanas y balcones y
grandiosas puertas, más bien eran casas fuertes, donde la luz provenía de los
patios interiores de las casas, tenían sus propios aljibes para el almacenaje
de agua que se recogía bien de la lluvia a través de patio central o de los
ríos subterráneos. A la casa se accedía a través de una puerta sita en un lateral
o en un callejón fácilmente defendible. Y las ventanas que daban al exterior
eran saeteras o troneras y las altas torres cumplían su función defensiva con
bastante asiduidad, incluso en algún momento se lanzarían saetazos entre torre
y torre de los distintos bandos. Y las disputas no se limitaban entre
nobles, cada uno tenía tras de sí una
clientela formada por sirvientes, pecheros, aldeas enteras que pertenecían al
señor y cuanto más poderoso mas clientela. Era habitual que a la salida de misa
de los domingos y días de fiestas, cada clientela esperaba la salida de su
señor y envalentados se provocaban y retaban amparados tanto unos como otros llegando a blandir las
espadas en algún momento.
Torre de Sande, Cáceres. |
La situación perduró hasta que en 1476 para resolver las disputas es
enviado por la reina Isabel un Corregidor con órdenes de amonestar a los
dueños de las torres. Y así ante los reunidos en el concejo se expresó el
Corregidor:
-“Por orden de Doña Isabel Reina de Castilla…, deberéis eliminar los elementos defensivos y reducir la altura de dichas torres a la de los tejados de las casas.”-
-“Por orden de Doña Isabel Reina de Castilla…, deberéis eliminar los elementos defensivos y reducir la altura de dichas torres a la de los tejados de las casas.”-
Pero tuvo que venir la propia reina Isabel en
persona, el 9 de julio de 1.477, para promulgar las nuevas “Ordenanzas
sobre las parcialidades, torres y casas-fuertes”, ordenando el desmoche de las
torres de la Villa ( ojo, se desmocharon las torres perteneciente a los
palacios, no las defensivas de las murallas), con lo que perdían su carácter
defensivo y ofensivo, pues el sentido de una torre se mantiene mientras se alza
por encima de la propiedad que defiende, e imponía la condición de derribar
arqueras, y cerrar troneras y saeteras, techando las torres, y prohibiendo la
formación de bandos, bajo gravísimas penas, pacificando así la situación.
Aunque también debió ayudar la creación por parte de los Reyes Católicos de la
Santa Hermandad, el primer cuerpo de policía de Europa.
Hubo una real excepción a estos desmoches, para el Capitán Diego Ovando de
Cáceres que para distinguir su fidelidad como paladín y miembro del Real
Consejo de los Reyes Católicos, se le concede la autorización para construir su
casa y terminar de erigir su torre (actual Casa de los Cáceres-Ovando o Palacio
de las Cigüeñas), con
los materiales procedentes del viejo alcázar almohade de Cáceres, que había
sido derribado por los partidarios del Infante Don Alfonso cuando se enfrentaba
a su hermano el monarca Enrique IV.
Torre y Casa de las Cigüeñas o de Diego de Cáceres Ovando, Cáceres. |
Si han visitado la
ciudad se habrán dado cuenta que hay otra torre que se alza majestuosamente al
cielo cacereño y no está desmochada, es la Torre del Homenaje del Palacio de
los Golfines de Arriba, construida como alarde de riqueza y poderío, pero esta
torre es posterior concretamente del 1516, y estuvo mucho tiempo parada su
construcción por requerimiento de los Saavedra y del propio Concejo, alegando
las ordenanzas dadas por Isabel “La Católica”. Pero Fernando “el Católico”
había autorizado en 1506 el alzamiento de la misma a García Golfín, primer
señor de la Casa Corchada.
Torre del Homenaje del Palacio de los Golfines de Arriba, Cáceres. |
Gracias por su tiempo,
y disfruten de Cáceres. Hasta la próxima.
Escrito por: Jesús Sierra
Fuentes: Publio Hurtado
Antonio C. Floriano
Antonio Rubio Rojas
Francisco Acedo
Estupenda como siempre.....no me canso de leerte
ResponderEliminarDesmochás casi todas por cafres :). Todas tus historias son maravillosas y siempre se queda uno con ganas de más.
ResponderEliminarLeyendo este excelente artículo, me ha surgido una duda, comentabas al principio que Cáceres fue repoblada por leoneses y gallegos, en Galicia, exactamente en Cartelle, está la torre de Sande, que fue construida por orden real, pero tiene algo que ver con los orígenes de la Torre de Sande de Cáceres, que casualmente está en la parte de San Mateo, donde indicas que es la parte donde lo gallegos habitaron. Saludos
ResponderEliminarHola, ante todo te doy las gracias por leer el blog y tus palabras. Según le historiador local Publio Hurtado, los Sande, llegaron a Cáceres en la primera mitad del siglo XV, en tiempos de Juan II y procedían de Galicia. Aquí se enlazaron matrimonialmente con algunas de las principales familias de la villa (Ulloas, Carvajales, Saavedras, etc…) Y la torre de los Sande, fue mandada construir por Juan de Sande, Señor de Valhondo y Teresa de Ulloa,
ResponderEliminarGracias y espero haber resuelto tu duda.
Muy chulo el blog y las historias de los rincones de Cáceres. Tenemos un patrimonio incomparable.
ResponderEliminar