sábado, 26 de abril de 2014

Monumentos desaparecidos: El convento de la Purísima Concepción


Saliendo de la plaza mayor por la calle General Ezponda, antiguamente llamada la calle Empedrada, por ser la primera calle que se empedró en Cáceres o también llamada en los años 80 la calle de los Bares, nos encontramos al final de ella con una pequeña plaza, hoy reformada con jardines, columpios y bancos, es la Plaza de la Concepción. 

Actual Plaza de la Concepción en Cáceres.

Pero, ¿cuál es su origen?

            En el año 1604 don Juan Duran de Figueroa y su mujer Isabel Vaca mandan fundar por testamento en el solar de unas casas que habían comprado a Francisco de Ovando, el Convento de religiosas de la Purísima Concepción, para albergar en él a una pequeña comunidad de Concepciones Franciscana Descalzas.

            Para cumplir el testamento, son designados como compatronos (tras un reñido pleito que tuvo sentencia en 1610 por la Chancillería de Granada) a Pedro Rol de Ovando y a Francisco de Andrada y Quiñones por parte de Isabel Vaca, y por parte de Juan Duran de Figueroa es elegido patrono Francisco de Ovando Rol, teniendo la facultad de elegir cada uno de los patronos a un capellán y tres monjas que podían entrar sin dote al convento, pues para ingresar era necesario aportar cada novicia una dote de seiscientos ducados.

Proyecto de la plaza por Michelena 1862

             Para levantar el convento es contratado el maestro de obra Antón Arias Díaz, que según testamento tenía que cumplir unas series de requisitos arquitectónicos indispensables (alrededor de cuarenta). He aquí algunas de las condiciones: 

“Es condición  que los pilares an de llevar sus vasas de canterías con molduras…” o “es condición que a de llevar esta dicha portada las puertas de buena madera de pino fuerte y la más limpia que se hallare de arenero de Cuenca…”; u otra de las disposiciones exigía que “…en la puerta principal se an de poner los escudos de tres pies de ancho e quatro y medio de alto de la más fina piedra e mas blanca que se hallare…an de llevar las armas del señor de la fabrica lo diere e an de ser labrados de mano de un buen escultor e an de quedar bien hechos y acabados como requiere para convento…”

Plaza de la Concepción de Cáceres en 1863 (F.I.)

En el mes de agosto del año 1609 llega a Cáceres Juan Álvarez Rezo, vecino de Plasencia (Cáceres) y maestro de obras de la Catedral de Salamanca. Había sido llamado por Baltasar Delgado, vicario de la villa para que revisara el estado de las obras del convento. Tras dos semanas de exhaustivos exámenes, plomado las paredes, y realizado catas de los cimientos, el maestro Juan Álvarez certifica bajo juramento y por escrito ante notario que en dicha obra no se están llevando a buen término los requisitos exigidos por el fundador: 

“…el qual comenzó a edificar Antón Arias maestro de obras y por no estar edificado confforme a la traza e condiciones que se avía de obrar e ansi mismo tener rrecibido el  dicho Antón Arias ocho mil e trezientos y setenta y dos rreales de más de lo vale lo que tiene edificado…”

Por no cumplir los requisitos que estaban estipulados por contrato, el maestro de obras Antón Arias es apresado y encarcelado en la villa de Cáceres, teniendo que finalizar las obras el propio Juan Álvarez, terminándose en el año 1617. Aunque en el 1616 el convento ya estaba siendo habitado por las tres hermanas fundadoras Catalina de Santiago, María Ana de la Concepción e Isabel de San Antonio que vieron de Oropesa (Toledo), y por las novicias que habían aceptado en su congregación.

Entrada a la Plaza de la Concepción de Cáceres.

El convento no debió ser muy grande, pues a finales del siglo XVIII había en él siete hermanas de coro y tres hermanas legas. Su iglesia estaría acorde con la pequeñez del convento, pero a pesar de eso, a todas horas, ya fuera del día o de la noche, siempre se hallaba alguna de las hermanas rezando en el coro por las necesidades del pueblo. En aquella pequeña capilla fueron enterrados cerca del altar mayor, los restos de sus fundadores Juan Duran de Figueroa y su mujer Isabel Vaca.
 
En las crónicas de la Orden se recogen algunos milagros acaecidos en este templo y muchas de sus religiosas murieron en olor de santidad y virtud, como Sor Juana de la Madre de Dios, natural de Badajoz que murió en 1685 tras una vida dedicada a la caridad. A este convento acudía, desde que se estableció en Cáceres la Real Audiencia en el año 1790, el Real Acuerdo a oír los sermones los miércoles de Cuaresma.

En el año 1843 el Ayuntamiento de Cáceres compra como Bien Nacional el edificio que albergaba el antiguo convento y lo derriba poco tiempo después quedando como la plazuela de la Concepción. 

Capilla del cementerio (F.I.)

           Muchas de las piedras del demolido convento y de su iglesia fueron reutilizada para hacer la capilla del reciente nuevo cementerio (el actual), incluso el adorno de cantería que remataba el sepulcro de los fundadores se utilizó para decorar el altar exterior de la capilla donde se halla la imagen de la Virgen de la Estrella (ya mencionada en mi “Historia de la Virgen de la Estrella”). Y es por ello que la Junta de Beneficencia Provincial ordena trasladar también al nuevo cementerio los restos de Juan Duran de Figueroa y su mujer Isabel Vaca, convirtiéndose en los primeros residentes del camposanto.

Primeros enterramientos en el actual cementerio (F.I.)

En el año 1863 el ayuntamiento convoca un concurso para reformar la plazuela, presentándose dos proyectos, uno que pretendía convertirla en una plaza para el estacionamiento de carruajes al nivel del suelo y otro, el proyecto ganador, obra del arquitecto Ignacio de Michelena, que salvando la tipografía con un muro de contención se convertiría en la actual Plaza de la Concepción.

Gracias y hasta la próxima.


Escrito por: Jesús Sierra Bolaños

Fuentes Consultadas:
-“Noticias históricas de Cáceres.” Simón Benito Boxoyo
-“Ayuntamiento y familias cacerenses.” Publio Hurtado
-“Vida, excelencias y muerte del gloriosissimo patriarca San Joseph.” José Valdivieso
-“Cáceres visto por un periodista.” Germán Séllers de Paz
-“La Casa de Ovando.” Jose Miguel de Mayoralgo y Lodo
-“Desarrollo urbanístico de Cáceres (siglos XVI-XIX).” Mª del Mar Lozano Bartolozzi

-“Paseo por la eternidad.” Francisco Acedo Fernández

3 comentarios:

  1. ¡Me encanta, me encanta, me encanta! ¡Me ha encantado conocer esos rincones desaparecidos de Cáceres! Curro de investigación a tope. Felicidades Jesús

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  2. Me atrapo desde la foto que presenta el blog, hasta el contenido.
    Un abrazo.
    HD

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  3. Muchas gracias a vuestros comentarios y a todos los que seguís el blog, mil gracias.

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